El día después de haber hecho la Rabadá Navarro teníamos previsto día de medio descanso. Nos levantamos tranquilamente, desayunamos y vamos al refugio a charlar un poco con la gente que había por allá. A eso de las 12 comimos algo y nos preparamos para subir a escalar en la cara este del Urriellu, que ya estaría en la sombra.
Subimos por la canal de la Celada y nos plantamos en la cara este para empezar a escalar la vía a las 2 de la tarde.
Se trata de una vía en la que hay que navegar un poco y los seguros no están cerca en general y sin tener posibilidad para asegurar con flotantes. Mejor ir bien de coco. Primer tramo bastante fácil y enseguida se pone más vertical. Largos espectaculares, con el grado adecuado (ronda el 6a más o menos).
Con la descripción que hay en el libro de escalada en el Urriellu se sigue bastante bien. Hay que ir buscando los seguros, parabolts, algún clavo y algún puente de roca. En el largo 3 después del último seguro hay que ir a buscar una vira y por ella a la reunión a la izquierda. Interesa que el primero ponga un reenvío en la vira, porque si no, el segundo tiene un péndulo importante. Las reuniones son de dos parabolts con cadena y argolla, ya que se utilizan para rapelar por esta cara. En 4 rápeles estas en el suelo.
Una vía espectacular, muy recomendable, eso sí, con seguros un poco lejos, pero en general vuelos limpios en caso de caída.
Recuperando el L2 |
En tres horas estábamos otra vez a pie de vía y bajamos al refu a por otra buena cena que nos la habíamos ganado. Una buena jornada de “descanso activo”, en gran compañía.
La Frase:
Descansar demasiado es oxidarse.
(Walter Scott) Escritor escocès. 1771 - 1832
Reseña del blog de Fernando Zamora |
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