domingo, 17 de agosto de 2014

Picos de Culfredas (o Batuas) desde Tabernés.

Cada año intentamos hacer algunos tresmiles Pirenaicos en familia. Decidimos hacer los Culfredas. Cuando yo los hice, empalmé con el Lustou y recordaba que hacer sólo los culfredas no era muy largo. Me equivoqué...
Fuimos a dormir con la furgo en la zona del refugio de Tabernés, a las 8 de la tarde ya hace frío, o sea que a cenar y empiltrarse, para mañana estar descansados.
Buen sitio para dormir
Al despertar el termómetro dentro de la furgo marca 9ºC, suerte que hemos traído los sacos calientes.
Desayuno y a las 8:30 h en marcha. 
Remontando por el valle de la Pez.
Empezamos paralelos al río de la Pez hasta el desvío al puerto de la Madera, paso clásico de antaño entre Francia y España. 
Primera parada de descanso y comer algo. Los Culfredas detrás nuestro. Lejos, muy lejos....
Primero sube por bosque y después desaparecen los árboles y deja paso a una manta de rododendro.
Manta de rododendro y el Posets a nuestra espalda

Barrancos ferricos

Llegamos al Puerto de la Madera y empezamos el ascenso, primero al Pico de Cabalera (2.901 m) y tras un pequeño collado, y salvando las dificultades por la vertiente española, hasta el Culfreda - Batua (3.034 m).
Primer tresmil. De fondo Ordesa, Tromouse, Vignemale, Campbiel
Comemos allí; hemos tardado 5 h en subir. 
Desde aquí vamos al Culfreda central (3.028 m) y al Culfreda NE (3.032 m)
Cresteando tresmiles
Cuando hice todos los tresmiles, desde este punto continuamos la cresta para ir al Lustou. Para evitar dar toda la vuelta para volver, les animé a intentar bajar por allí hacía el barranco de Culfreda y así llegaríamos antes y mejor al coche.
Me equivoqué por segunda vez, la cresta empieza bien, pero luego empieza a bajar vertiginosamente. El tema se pone serio y no queda mas remedio que dar media vuelta.
Luego me vuelven los recuerdos, ese tramo era el mas difícil de toda la cresta, no apto para bajar con enanos.
Mi liada hace que hallamos perdido unas 2 horas con el consecuente cabreo de los enanos y además hay que volver por donde subimos.
Vuelta al puerto de la Madera.
Les voy animando, pero se portan como jabatos. Vamos bajando poco a poco y finalmente llegamos a la furgo tras 11:15 horas de "excursión" y 1.650 m de desnivel.
Todos vamos cansados, pero alucino como tiran los enanos, al final vamos jugando y cantando.
Cansados, pero contentos. Unas maquinas.
En fin, con liada y todo ha sido un día muy bonito, con esos días que regala el Pirineo, sereno, luminoso y acogedor.


Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.

Santiago Ramón y Cajal  (1852-1934) Médico español

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